Aunque no se puede afirmar
con precisión cuando ni por donde ingresaron los primeros hombres a nuestro
territorio patrio, se sostiene sin embargo que ello aconteció hace más de 20 000 años, y que lo hicieron por la Sierra
Norte. Los primeros habitantes peruanos andinos, desde el punto de vista
económico eran recolectores y cazadores nómadas, es decir eran dependientes de la naturaleza.
De ella recolectaron plantas y cazaban animales tal vez gigantes, más tarde
se iniciaron en la crianza de camélidos y del cultivo. Cuando estas provisiones
escaseaban, se trasladaban a otros lugares en busca de alimentos, es por eso que se les llama
nómades. De este modo la existencia del hombre transcurría bajo una permanente inseguridad respecto al logro del sustento. Por lo
que el estado de nomadismo fue un factor negativo
para la evolución de la agricultura tampoco daba lugar a que aflorara la
construcción de viviendas. La precaria vida de cuevas y abrigos rocosos
limitaba el desarrollo de las habilidades artesanales.
A esta etapa se le denomina
Lítica porque se utiliza la piedra para fabricar utensilios y herramientas (instrumentos) que eran confeccionados
de piedra o de hueso mediante técnicas especiales: Primero era menester
desbastar el material, tallarlo dándole la forma deseada y finalmente pulirlo.
Para el caso de los
proyectiles afilados la técnica básica consistía en martillar con fuerza el núcleo de una piedra a fin de
fragmentada y obtener diversos trazos o "lascas". Estas piedras luego
eran afiladas o aserradas mediante percusión y fricción.
El empleo de estos instrumentos se representa en
escenas de caza de arte rupestre.